La luz es el elemento más importante de cualquier fotografía, sin luz no hay foto así de simple. Tomando en cuenta esto podemos decir que aprender a usar la luz a tu favor es fundamental si quieres lograr resultados sorprendentes y llamativos.
En este artículo te voy a dar un consejo que seguramente si ya llevas un tiempo en la fotografía al inicio no va hacerte mucho sentido pero conforme sigas leyendo y veas los ejemplos que te voy a compartir te va a ir quedando más claro y lo comprenderás muy bien.
“El sujeto principal no importa, centra toda tu atención en la luz que lo rodea”
Fotografía por: Iaio Atamian
Estamos tan acostumbrados a componer nuestras fotografías bajo las mismas reglas: vemos a una persona interesante, la colocamos en algún punto de inflexión, integramos elementos de interés en el fondo, buscamos que el elemento principal esté correctamente expuesto y disparamos, perfecto, tenemos una fotografía muy buena pero parecida a muchas que hemos tomado antes.
En este punto la sugerencia es clara, haz que hacer que la luz sea el elemento principal y tu sujeto sea el marco de referencia de la imagen, ¿Ves hacia dónde voy?
Te comparto un ejemplo que lo dejará más claro:
Fotografía por: Etienne Bossot
Si te das cuenta en esta extraordinaria fotografía lo que realmente capta nuestra atención son esos rayos de luz que entran hacia la escena y bañan de luz a nuestro sujeto, la luz es la que nos guía hacia el sujeto.
En otras palabras, lo que estas haciendo es llenar el marco de tu escena con esa luz difusa y eso es justo lo que hace que la fotografía se vuela mágica, la lleva un nivel completamente nuevo en términos de composición y creatividad.
Fotografía por: Etienne Bossot
Ahora, para lograr estos resultados vas a requerir de mucha práctica, vas a necesitar sensibilizarte ante este nuevo tipo de composición. Es muy probable que las primeras fotografías no te salgan muy bien ya que podrían salir con mucho contraste o colores muy opacos o incluso podrás hasta quemar tus fotografías, pero, créeme que con el tiempo y la práctica te acostumbrarás a esta nueva forma de componer tus fotografías y tus resultados se volverá cada vez más impactantes. Te sugiero que antes de practicar con este tipo de composición tomes tus fotografías habituales para garantizar buenas fotografías de tu viaje o sesión y después puedas experimentar.
Ahora, te voy a dejar con más ejemplos para que vayas familiarizando mejor con este tipo de composición junto con algunas sugerencias que encontré en la página de National Geographic que refuerzan perfectamente estos ejemplos:
* En muchas ocasiones, la luz no es ideal para tomar fotos, pero si el fotógrafo es reflexivo acerca de cómo utilizar la luz, imágenes mágicas se pueden lograr.
Fotografía por: Mitsuaki Iwago
* Cuando el cielo está oscuro, no olvides exponer la luz y permitir que el cielos se convierta en un elemento poderoso e inquietante. Esto añade dramatismo a la parte de la fotografía que es tocado por la luz.
Fotografía por: Beverly Joubert
* Cuando se fotografía en una situación de alto contraste, considera cuidadosamente tu exposición. Prueba diferentes exposiciones para ver qué elección aporta mejor luz.
Fotografía por: Etienne Bossot
* Recuerde que la luz puede poner énfasis sobre lo que deseas que el espectador vea. Cuando se usa así, la luz nos lleva de la mano y nos lleva a las partes importantes de una imagen.
Fotografía por: Etienne Bossot
* Cuando nos encontramos bajo la exposición de los rayos de luz, lo mejor es subexponer el resto de la escena. Se agrega drama si mantenemos un pequeño detalle de luz.
Fotografía por: Gordon Gahan
* Si se toma la fotografía en interior, la luz que provenga de una ventana o una puerta abierta y que descargue sobre el elemento puede lograr una fotografía muy hermosa. Al colocar el objeto cerca de la fuente de luz algunos objetos pueden quedar subexpuestos y el fotógrafo puede añadir un toque la luz sólo a la parte más importante de la fotografía.
Fotografía por: Etienne Bossot
Si te gustó la entrada por favor compártela!